Viajeras, intrépidas y aventureras
Este post tiene cierto sabor agridulce en el #LeoAutorasOct y es que aunque el tema del libro Viajeras, intrépidas y aventureras me ha parecido fascinante y no muy explotado, la verdad es que su ejecución me ha dejado un poco fría y desilusionada.
El planteamiento de Cristina Morató en su libro es dotar de protagonismo a esas primeras mujeres que arriesgaron su fortuna, su posición social y hasta su vida y familia por explorar un mundo desconocido en su época. El libro hace un recorrido cronológico por las viajeras de distintas épocas; si bien es cierto que la mayoría de las mujeres aquí retratadas vivieron en la época victoriana (influenciadas en gran parte por el auge de la literatura de viajes y el afán explorador -colonizador- de los británicos), hubo algunos precedentes ya incluso en la Edad Media con las famosas peregrinaciones a Tierra Santa.
Me ha llamado la atención que la primera viajera de la que se tienen registros es una mujer gallega llamada Egeria, que vivió en el siglo IV, de posición elevada, quizá incluso abadesa, y viajó durante tres años por todos los parajes bíblicos. Y es que hasta la época moderna, la única razón por la que las mujeres podían viajar (o dicho de otro modo, se las permitía viajar y estaba -relativamente- socialmente aceptado) era con la excusa de la religión, sólo el peregrinaje estaba permitido a las mujeres.
Misioneras y monjas copan las primeras páginas del libro, seguidas por las primeras exploradoras en el siglo XVI, en pleno fervor por las expediciones navales hacia América y Asia, destacando la figura de Isabel Barreto, la primera almirante de la historia de España. Un dato curioso que no recuerdo haber aprendido en el colegio, por cierto.
Pero sin duda alguna, las mujeres que más me han llamado la atención han sido las piratas Anne Bowney y Mary Read, verdaderas leyendas históricas. La lista de mujeres aventureras se amplía en la época victoriana, con la motivación de explorar nuevos territorios, y por qué no, colonizarlos. De esta época es más fácil encontrar referencias, ya que muchas de estas exploradoras escribieron diarios con sus andanzas por el mundo.
En cuanto al libro en sí, sinceramente me ha decepcionado un poco, parece una suerte de listado de personajes, a veces sin pararse demasiado en ellas, quizá en algunos casos no hubiese documentación suficiente, pero el desarrollo me resulta un poco pobre, llegando a veces a un final abrupto, cambiando a otro tema. La estructura de los capítulos me resulta también un poco extraña: la autora hace una especie de resumen inicial antes de pasar a cada figura en concreto (sobre todo en las exploradoras victorianas), pero resulta repetitivo, hay incluso frases copiadas tal cual del resumen, dando una sensación de déjà vu lector que perdura durante buena parte del libro.
«Mujeres intrépidas y aventureras han existido desde los tiempos más remotos, aunque la inmensa mayoría han sido silenciadas y olvidadas por la historia, escrita por los hombres.»
Incluso a veces el texto parece un corta-pega de párrafos y notas diversas, saltando de un hecho a otro, de una figura a otra sin conexión alguna, muchas veces sin tan siquiera elaborar ideas o dando mínima información.
Mi yo fanático de la gramática y el lenguaje tampoco se ha quedado muy contento, en varias ocasiones me descubrí pensando “¿qué le pasa a este libro con las comas?” Y es que la mayoría de frases sufren su escasez; o peor: están mal colocadas. Me molesta especialmente portada, ¿está listando adjetivos o es que le falta una coma?
Sin embargo, un gran punto a su favor es la extensa bibliografía del final, haciendo el libro una breve guía sobre la que seguir explorando.
En definitiva, no es un mal libro, es entretenido e informativo, pero tampoco es un gran libro. Pese a un tema tan fascinante, creo que pasa sin pena ni gloria.