Revela-T
Continuando con la fotografía, hoy quiero mencionar un festival de fotografía analógica que se celebra en un pequeño pueblo de Barcelona, este año ha sido su cuarta edición gracias a un proyecto de crowd-funding y al interés del público.
Revela-T se presenta a sí mismo como el primer festival de fotografía analógica del mundo. No sé si en otras zonas también se harán festivales así, pero una cosa es segura, no he oído hablar de ningún otro en tierras españolas. Es esperanzador que la fotografía analógica siga causando revuelo y se mantenga en forma, pese a los problemas y disgustos que a sus aficionados nos hagan pasar determinadas compañías. Un estilo de vida fotográfico que tiene aún mucho que ofrecer.
Aunque el festival se abrió del 20 de mayo al 5 de junio, el fin de semana importante fue el del 28-29 de mayo, ya que se concentraban la mayor parte de las actividades y la feria comercial. Aunque suene a locura viajar en coche más de 650km para ver fotografía en su estado más puro, el esfuerzo ha merecido la pena. Realizando una pequeña parada en Barcelona para repostar en Impossible Project, y tras alguna que otra foto de reminiscencia peliculera en Mataró, el festival ocupó la mayor parte del tiempo del fin de semana.
Para mí, el principal atractivo de Revela-T era conocer a nuevos fotógrafos nacionales e internacionales, esos artistas que no están recogidos en grandes libros pero que tienen un saber hacer único y especial. Mi sorpresa y satisfacción se acrecentaron cuando vi que casi todas de las 50 exposiciones que mostraban se realizaron en antiguas fábricas abandonadas y otros edificios del pasado industrial del pueblo, transformados por un tiempo en salas de exposiciones. El montaje de los espacios me pareció muy interesante, aunque en algunos casos la luminosidad de las salas jugó una mala pasada para la correcta visualización de las obras. La calidad, tanto técnica como estética de las obras expuestas estaba a la altura de cualquier museo de fotografía del mundo.
Otra de las gratas sorpresas que tuve fue comprobar el elevado número de fotógrafos recurren, en pleno siglo XXI de las nuevas tecnologías, a técnicas de inicios de la fotografía como son el colodión húmedo y el uso de las cámaras de placas. Esta técnica era la que usaba Julia Margaret Cameron allá por los años 70 del siglo XIX. Resulta increíble que aún hoy haya artistas dispuestos a crear con una técnica tan antigua como ésta y, de hecho, tan complicada, puesto que se usan placas de vidrio a modo de negativo que deben estar, mientras dure la exposición, impregnadas de una mezcla de bromuro, yoduro o cioruro disuelto en colodión, añadiéndole posteriormente a la placa un baño de nitrato de plata. Si os ha picado la curiosidad y queréis saber más sobre la Historia de la Fotografía, os recomiendo el libro de Marie-Loup Sougez y la ampliación de su edición en 2006.
Volviendo a Revela-T, no sólo de exposiciones vive el festival, y es que paralelamente se realizaron talleres, demostraciones y una actividad que personalmente me llamó mucho la atención, ya que se transformó el campanario de la iglesia en una cámara obscura gigante.
Como punto negativo decir que la actividad propuesta sobre colodión húmedo por parte de Borut Peterlin no fue bien planificada, puesto que la única manera de verla era agolpándose entre la gente; nada que unas cuantas sillas plegables no hubieran podido solucionar.
Pese a todo, el festival me encantó, descubrí grandes fotógrafos y grandes imágenes, pude ver y vivir en primera persona lo que puede llegar a mover la fotografía analógica (que no, señores, no está muerta) y sobre todo me fui con el buen sabor de boca de haber conocido a gente interesante (como los chicos de Cámaras… et voilà!, Nopo cameras o Sales de Plata)