La excavación
Llevaba ya un tiempo queriendo ver esta película, pese a no saber muy bien el argumento, y es que lo poco que vi en el trailer de Netflix ya me conquistó.
«La excavación» (The Dig) cuenta, como cabría esperar, la historia de una excavación arqueológica en Sutton Hoo (Suffolk, Inglaterra), en 1938. La dueña de las tierras, Mrs. Pretty (Carey Mulligan), contrata al excavador (que no arqueólogo) Basil Brown para llevar a cabo los trabajos. Lo que podría parecer una locura de la viuda Edith Pretty se revela como el mayor descubrimiento arqueológico de la época, que aporta luz sobre la historia, y es que bajo esos montículos de tierra encuentran un barco que sirvió de enterramiento en el s. VII. Este descubrimiento pronto atrajo las miradas de los arqueólogos, que con su snobismo relegarán a Brown, a quien apartan del yacimiento por su falta de educación académica, pese a que, sin él, el descubrimiento nunca hubiera tenido lugar.
La tenacidad de Edith Pretty, su curiosidad y perseverancia, serán lo que ponga en su sitio al grupo de arqueólogos venidos del British Museum, aunque en realidad no ha sido sino en años muy posteriores a la muerte de Brown en que su nombre se unió a ellos en el museo.
Lo que más me ha gustado (y me atrajo en el trailer) es la fotografía de la película, el color que adquieren las escenas, el juego de luces y sombras es increíble, hacía mucho que una película no me atraía tanto visualmente. Las imágenes de Basil Brown (Ralph Fiennes) en la soledad del paisaje encendiendo su pipa o montando en bici son francamente inspiradoras.
Rory Lomax (interpretado por Johnny Flynn) aporta al filme el personaje un poco desgarbado, medio rebelde y sobre todo documentalista (oh la cámara de fotos); y junto a Peggy Piggott (Lily James) suponen la historia paralela de pre-guerra, tierna aunque a veces parezca un agregado sin sentido.
El hijo de Mrs Pretty, Robert, es también uno de mis favoritos, demostrando que siempre se puede soñar más, mucho más.
Por supuesto, esta hazaña y descubrimiento nunca hubiese tenido lugar sin Edith Pretty, interpretada por Carey Mulligan. Es una interpretación impresionante, tranquila pero llena de emoción, me ha vuelto a conquistar como ya lo hizo en Never let me go (otra gran película, por cierto)
La excavación es una película de ritmo lento, sin sobresaltos, para disfrutar con calma.