La búsqueda del Asesino ~ Trilogía del Vatídico III

Es extraño que siendo la fantasía épica uno de mis géneros favoritos, nunca antes de empezar esta trilogía hubiera oído hablar de Robin Hobb. Es posible que el boom de este género literario llegase de la mano de George R. R. Martin y de Patrick Rothfuss (autores de la saga Canción de Hielo y Fuego también conocida como Juego de Tronos y Crónica del Asesino de Reyes o El Nombre del Viento respectivamente), sin embargo, antes de su llegada sus seguidores admirábamos a J. R. R. Tolkien (El señor de los anillos, El Hobbit), Margaret Weis y Tracy Hickman (Crónicas de la Dragonlance entre otros) o R. A. Salvatore (autor de la saga de El elfo oscuro) y quizás unos pocos a Robin Hobb. El resto no éramos conscientes de lo que nos estábamos perdiendo.

Todo esto es lo que pensé al terminar de leer el tercer libro de la Trilogía del Vatídico: La búsqueda del Asesino. Muchas veces juzgamos una trilogía o una saga atendiendo únicamente al libro que cierra ese mundo y es en ese momento en el que decidimos si recorrer ese camino ha merecido la pena. Sin embargo, a pesar de que en este caso no tengo queja del final que Robin Hobb le dio esta saga creo que sería completamente injusto olvidarnos de los libros que nos han conducido a ese final.

Si todavía no has leído los dos primeros libros de esta trilogía te animamos a que lo hagas antes de leer esta entrada o si lo que quieres es compartir tu opinión sobre la saga con nosotras aquí tienes las anteriores reseñas: Aprendiz de Asesino ~ Trilogía del Vatídico I y Asesino Real ~ Trilogía del Vatídico II.

En  La búsqueda del Asesino nos reencontramos con un Traspié al que todo el mundo cree muerto. Un Traspié que, aunque separada su consciencia físicamente de Ojos de Noche, su mente sigue siendo más lobuna que humana. Traspié necesitará la ayuda incondicional de Burrich para recuperar su propia mente y decidir qué hacer con su vida ahora que Regio se ha hecho con el control de los Seis Ducados. Al igual que Asesino Real, este libro se encuentra dividido en dos partes: La búsqueda del asesino y La senda del asesino.

En mi opinión La búsqueda del asesino nos presenta a un protagonista perdido y obsesionado con la venganza que se culpa de todo lo ocurrido y toma sus decisiones de forma emocional. Esta primera parte comienza con la noticia de que Veraz continúa con vida. La conexión que ambos comparten a través de la Habilidad permite a Veraz comunicarse con un traumatizado Traspié para llegar de esta forma llegar hasta Chade y el resto de los que le son leales. Sin embargo, a pesar de esta noticia, Traspié no está dispuesto a colaborar con ellos eligiendo su venganza personal sobre las promesas de obediencia y lealtad que hiciera siendo un niño y comenzando un camino que le conducirá a un nuevo enfrentamiento con su tío. A pesar del gran comienzo de esta primera parte y de su emocionante final, el camino que sigue Traspié hasta enfrentarse a sus demonios es lento y algo pesado si lo comparamos con los anteriores libros de esta trilogía. Es cierto que no estamos acostumbrados a una trama sin grandes sobresaltos por parte de Robin Hobb, sin embargo, gran parte de La búsqueda del asesino presenta personajes que poco tienen que ver con la trama original y que no aportan gran cosa a la historia. Por suerte esto cambia al acercarnos al final.

Por otro lado, en La senda del asesino, la autora recupera la esencia de sus obras anteriores y nos transporta de nuevo a esa historia trepidante y llena de aventuras que te engancha y sorprende a partes iguales. Además, el protagonismo que toman en esta segunda parte personajes tan queridos como Kettricken o el Bufón hacen de este libro uno de los mejores y más sorprendentes de la saga en el que por fin la Maña y la Habilidad toman gran importancia.

Y tal como he hecho con el resto de libros de esta saga, os recomiendo que le deis una oportunidad porque no os vais a arrepentir.