Explorando Dublín: librerías
Siempre que voy de viaje hay tres lugares que siempre intento visitar: museos, librerías y cafés. Es un clásico, mi trinidad de la felicidad. Hace unas semanas pude por fin viajar a Dublín y a Galway (en el oeste de Irlanda), y cómo no, estos tres elementos estaban marcados en mi mapa.
Aunque bien es cierto que una ciudad sólo se conoce realmente si permaneces tiempo en ella, mis viajes suelen ser cortos y bastante intensos en cuanto a visitas (por falta de presupuesto, no de ganas), por lo que suelo buscar sitios interesantes para ver tanto en internet antes de partir. Sin embargo, no importa a dónde vaya o lo pequeña que sea mi maleta, siempre visito las librerías locales, y termino comprando algo.
Uno de estos mágicos lugares es The Winding Stair, librería independiente, café y restaurante situada en el 39 Ormond Quay Lower, junto al Ha’penny Bridge. El espacio de librería es pequeño pero tiene bastantes títulos por los que arrepentirse de no haber cogido una maleta más grande… tiene un aire de librería de siempre, con estanterías de madera, acogedora, de esos lugares en los que apetece pasar horas y horas.
The Winding Stair toma su nombre de un poema de W.B. Yeats, poeta dublinés.
Un poco más alejado del centro de Dublín y al otro lado del río Liffey, en el distrito Dublin 8, dentro del barrio The Liberties, que está viviendo toda una revitalización urbanística se encuentra la librería Marrowbone Books (en el 78 The Coombe, muy cerca de la destilería de whiskey Teeling, donde por cierto hay un mural muy chulo en uno de los callejones). Al contrario que The Winding Stair, Marrowbone Books es una librería de segunda mano que merece la pena visitar. Es pequeña pero tiene muy buenos libros y el precio es excelente; destila también ese aire antiguo y un tanto retro de librería de viejo, con algunas sillas y estanterías repletas, su puerta amarilla me conquistó.
Aquí compré A portrait of the Artist as a Young Man, de James Joyce (¿cómo iba a irme de Dublín sin un libro de su autor predilecto?) y The Meaning of Art, un ensayo de Herbert Read.
Por último, una librería muy curiosa llamada The Secret Book and Record Store, que hace gala a su nombre al estar bastante escondida en una calle cercana a la escultura de Molly Malone (15A Wicklow St), tanto que casi la paso de largo. Está al fondo de un pasillo con mil y un anuncios de todo tipo, desde obras de teatro a conciertos, clases… El interior es cuanto menos curioso.
Y hasta aquí el post de hoy sobre Dublín, una ciudad que tiene mucho que ofrecer.