Enola Holmes
He sido una fanática del género detectivesco desde que puedo recordar, quizá todo empezó con las historias de «crea tu propia aventura» que cogía de la biblioteca de mi barrio cuando era pequeña. La verdad es que no estoy segura. En algún momento salté a los clásicos y Sherlock Holmes y Arsène Lupin se convirtieron en mis favoritos.
No suelo ser muy tiquismiquis respecto a nuevas versiones de diversos clásicos, así que cuando vi que Netflix había creado una película basada en una supuesta hermana de Sherlock Holmes, supe que tenía que verla. Hace apenas unos días por fin pude ver la segunda parte de la saga, y creo que la he disfrutado casi más que la primera.
Pero empecemos por el principio, ¿quién es Enola Holmes? Enola es la hermana pequeña de los hermanos Holmes: Mycroft y el famoso Sherlock. Es un personaje creado por Nancy Springer en una serie de novelas juveniles, que retoma las aventuras escritas por Sir Arthur Conan Doyle y su archiconocido detective. La primera película comienza con Enola presentando su situación: es 1884 y su madre ha desaparecido sin dejar rastro, Enola está dispuesta a encontrarla cueste lo que cueste, aunque eso implique viajar a la desconocida Londres y huir de la garra de sus indolentes hermanos.
Es extraordinario lo que se puede llegar a hacer cuando la gente te subestima.
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Enola no ha sido educada como el resto de las niñas de su época, su madre se ha encargado de enseñarle historia, física, química, e incluso jiujitsu. Pronto Enola se verá involucrada en la desaparición de Lord Tewkesbury, marqués de Basilwether.
Millie Bobby Brown interpreta de forma magnífica a Enola, y es de hecho el único personaje que rompe la cuarta pared, lo que añade más divertimento si cabe a las películas. El sarcasmo del personaje se ve perfectamente reflejado en la actriz, que sabe llevar el peso de las películas pero sin eclipsar a sus compañeros.
Henry Cavill da vida a Sherlock, quien lleva la palabra indolente a otro nivel. No voy a negar que fue una grata sorpresa teniendo en cuenta la icónica imagen que tenemos del Sherlock tradicional (por cierto, esa imagen fue creada por casualidad cuando el encargo para la ilustración fue entregado a la persona equivocada, pero eso quizá mejor para otro post). Resulta curioso cómo un personaje que en origen debería ser odiado se ha ido endulzando con el paso del tiempo, y es que merece la pena recordar que Sherlock Holmes, en los libros, es un misógino y cocainómano, un egocéntrico que no sabe ver más allá de su propia figura, y tan inteligente como insoportable. ¿Es un personaje adulterado con el paso del tiempo? Por supuesto. Quizá casi una obligatoriedad al hacer una nueva versión del personaje. De momento, lo más parecido a su original escrito es la interpretación de Benedict Cumberbatch.
El mayor de los hermanos Holmes, Mycroft, es interpretado por Sam Claflin, un personaje aún más estirado y flemático que Sherlock. Debido a problemas de agenda, el actor no ha podido formar parte de la segunda película. He de confesar que no he echado de menos a Mycroft, sin menospreciar la interpretación de Sam Claflin.
La sinergia que se da entre los tres hermanos es tangible, sobre todo entre Enola y Sherlock, dado que interactúan en ambas películas. Hay una evolución de los personajes: Enola es mucho más observadora, su ansia por demostrar que vale más que para casarse y hacer punto es cada vez mayor, y Sherlock es más humano, más hermano mayor, llegando a estar orgulloso de ella.
Hay dos caminos que puedes tomar, Enola: el que tú decidas y el que otros decidan por ti.
Eudoria Holmes
El resto de actores no se quedan atrás: la grandísima Helena Bonham Carter en el papel de madre de los Holmes, Louis Partridge como Lord Tewkesbury (la interpretación junto con Millie Bobby Brown es excelente), o Adeel Akhtar como Lestrade.
Ambas películas muestran personajes femeninos fuertes que se abren paso en una sociedad de hombres, aunque es quizá la segunda película la que hace más hincapié aún en este hecho. Personajes secundarios femeninos desfilan por el filme demostrando la fuerza de las mujeres en una época donde los privilegios no eran para ellas.
Desde el punto de vista de la historia, es un guión divertido y ameno, sarcástico en algunos puntos, con el misterio que debe rodear a toda historia de detectives. Creo que nincompoop es mi nueva palabra inglesa favorita. Los detalles de la puesta en escena, la fotografía o el vestuario son también algunos de sus puntos fuertes. Los cambios de escena pasan de recortes de periódicos en la primera película a ilustraciones en la segunda, lo cual es un guiño a los libros originales de Nancy Springer.
En definitiva, son unas películas entretenidas y divertidas, con alguna que otra sorpresa que espero continúe en una tercera.